Los camiones de recolección de residuos trabajan cada día en condiciones muy exigentes. Por eso, un buen mantenimiento no solo alarga su vida útil, también evita averías que pueden detener el servicio.
En este artículo te contamos cómo realizar el mantenimiento de los camiones de recolección de residuos.
¿Por qué debes mantener correctamente los camiones de recolección de residuos?
El mantenimiento de un camión de recolección de residuos no es algo que pueda dejarse para “cuando falle”. Estos vehículos trabajan de forma intensiva: recorren muchos kilómetros en zonas urbanas, con constantes paradas y arranques, y además realizan tareas mecánicas exigentes como la compactación. Todo este esfuerzo provoca un desgaste mayor que en otros camiones, lo que hace necesario un control más frecuente.
Un motivo fundamental para realizar el mantenimiento es la seguridad. Si el vehículo no recibe el cuidado adecuado, puede presentar fallos en frenos, fugas en el sistema hidráulico o problemas en la transmisión. Esto no solo afecta al rendimiento, también supone un riesgo para el conductor, los operarios y el resto de usuarios de la vía.
Otro aspecto importante es el ahorro a medio y largo plazo. Revisar niveles de aceite, líquido hidráulico, filtros y neumáticos con regularidad ayuda a prevenir averías graves y costosas. Además, un camión en buen estado consume menos combustible y trabaja de forma más eficiente, lo que se traduce en menos gastos para la flota.
Mantenimiento de camiones de recolección
El mantenimiento de estos vehículos debe ser constante y preventivo. No basta con reparar cuando aparece una avería: se trata de revisar periódicamente los sistemas principales para asegurar que el camión pueda trabajar de manera segura y sin interrupciones.
Inspecciones periódicas
Revisar motor, transmisión, frenos y sistema hidráulico en intervalos regulares permite detectar fallos antes de que se conviertan en problemas graves. Llevar un calendario de inspecciones facilita el control de la flota y ayuda a que ningún detalle pase desapercibido.
Limpieza frecuente
Los residuos generan suciedad y corrosión. Lavar el chasis, los bajos y la zona de carga al menos una vez por semana alarga la vida útil de los componentes y previene bloqueos en las piezas móviles. Además, un camión limpio facilita la detección de fugas o daños en el momento, evitando que se acumulen sin ser vistos.
Sistema hidráulico
Es la parte más crítica en un camión de recolección. Se deben comprobar niveles de fluido, revisar mangueras y cambiar filtros según lo indique el fabricante. También es importante lubricar a diario las partes móviles del mecanismo de compactación para asegurar un movimiento fluido.
Fijaciones y uniones
El uso intensivo provoca vibraciones que pueden aflojar pernos y tornillos. Revisarlos periódicamente evita fallos inesperados y asegura el buen funcionamiento del sistema de carga. Dedicar unos minutos a esta tarea previene reparaciones costosas y garantiza la seguridad de los operarios durante la jornada.
Neumáticos y niveles
Controlar la presión y el desgaste de los neumáticos es esencial para la seguridad y el consumo de combustible. También conviene revisar aceite, refrigerante y líquidos de transmisión e hidráulicos de forma rutinaria. Estos chequeos sencillos alargan la vida útil de los sistemas principales y evitan paradas innecesarias.
Sistema eléctrico y seguridad
Comprobar luces, intermitentes y alarmas de seguridad garantiza que el camión cumpla con la normativa y trabaje en condiciones seguras para operarios y conductores.
Mantener en buen estado estos elementos también reduce el riesgo de accidentes en la vía pública. Es una parte que suele olvidarse, pero resulta clave para el correcto funcionamiento diario.
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Nuestro objetivo es claro: que tus camiones estén listos para trabajar sin interrupciones. Por eso aplicamos revisiones detalladas, ajustadas a las recomendaciones del fabricante y al uso real de cada unidad, ayudando a prolongar su vida útil y a reducir costes inesperados. Contacta con nosotros.
